🧠 Salud mental: el tema ignorado en las escuelas técnicas

Entre proyectos, exámenes y talleres… ¿quién cuida cómo estamos por dentro? 💭💣

2025-05-26 23:36:13 - Andrick Takisawa

💬 Introducción

“Échale ganas.”

“Así es la vida escolar.”

“Si puedes con álgebra, puedes con todo.”

Cuántas veces hemos escuchado frases así como si fueran recetas mágicas contra el estrés, la ansiedad o la sensación de estar ahogándote sin que nadie lo note. En el Poli, especialmente en escuelas técnicas como los CECyT, hablar de salud mental sigue siendo casi un acto de rebeldía.

Aquí no venimos a romantizar el cansancio ni a normalizar que todos estemos rotos. Venimos a ponerle nombre a lo que sentimos. Porque sí, somos Polinenes fuertes… pero también humanos. 🧠⚙️


🧨 La presión no es opcional (y tampoco es saludable)

Entre prácticas, materias pesadas, profes exigentes y trabajos en equipo que a veces solo tienen un integrante real (tú, claro), el semestre se siente como una montaña rusa sin cinturón de seguridad.

Y no es exageración:

¿La neta? Aprender a usar un torno o programar en C++ está cool, pero aprender a gestionar tu mente, emociones y bienestar debería ser igual de importante.


📉 ¿Y el IPN qué está haciendo?

Aunque existen algunas iniciativas, como las unidades de apoyo psicológico en ciertos planteles o talleres esporádicos, la cobertura es mínima, la difusión escasa y el estigma gigante.

Muchos ni saben que pueden pedir ayuda. Y si lo hacen, a veces deben esperar semanas para una sola sesión. En serio… ¿cómo se supone que enfrentemos el colapso si la respuesta institucional es “espérate a ver si hay cupo”? 🤷‍♂️


🔎 ¿Por qué no hablamos de esto?

👀 Porque el enfoque sigue siendo productivista: mientras entregues, mientras asistas, “estás bien”.

🙄 Porque pedir ayuda psicológica se asocia con “estar loco”.

💬 Porque en la cultura Politécnica aún hay quien cree que “aguantarse” es parte de la formación.

Y mientras tanto, Polinenes llorando en baños, autosabotaje, apatía total o crisis silenciosas que nadie detecta. Eso también pasa en los pasillos del IPN.


💡 ¿Qué podemos hacer (como comunidad)?

🚨 Normalizar hablar de salud mental entre compas

Un “¿cómo estás, neta?” puede salvar el día. No minimices lo que alguien siente.

🏫 Exigir espacios reales de atención psicológica

No como parche, sino como parte de la formación integral.

📣 Incluir estos temas en materias o talleres formativos

Inteligencia emocional, manejo del estrés, autocuidado… también son competencias para la vida.

🧑‍🏫 Capacitar a docentes para identificar señales de alarma

Porque un profe que detecta a tiempo puede hacer una gran diferencia.

📲 Compartir recursos confiables

Hay líneas de ayuda gratuitas, apps de meditación, comunidades de apoyo. ¡Pásalas!


🧠 Cierre: no eres menos por pedir ayuda

Polinene, sentirte mal no te hace frágil, te hace humano.

Y aunque aquí aprendamos a soldar, programar, diseñar o construir… también necesitamos aprender a vivir con nosotros mismos sin rompernos en el camino.

Si estás pasando por un momento difícil, háblalo. Si ves a alguien apagado, pregunta. Si quieres cambiar esto, involúcrate. Porque la salud mental no es un lujo, es una necesidad.


💬 ¿Has vivido una crisis en el Poli? ¿Te sentiste solo? ¿Lograste salir? Cuéntanos tu historia (de forma anónima si lo prefieres). Tu experiencia puede ser la luz para alguien más.

Comparte este post. Grita lo que muchos callan.


Y recuerda: en este Poli cabemos todos, incluso con nuestras heridas. ❤️‍🩹🎓

Más publicaciones